domingo, 24 de abril de 2011

Tertulia literaria “Escribiendo nuestra vida”: el valor de mostrarse desnudas



11 de septiembre de 2010
Hace exactamente una semana, un grupo de cómplices compartimos el privilegio de mirar cómo mujeres talentosas, escritoras que apenas descubren que lo son, desmitificaron la idea con la que muchos crecimos, acerca de que existe en algunos seres cierto “don” que les hace, a diferencia del resto, ser “talentosos y creativos”. En las voces de audaces lectoras quedó demostrado cómo para escribir nuestra vida, basta con atreverse a quedar desnudas, desprovistas de las corazas que unas y otros llevamos por el mundo, en el afán de protegernos ante el riesgo, siempre presente, de que la existencia duela, ¡como si el sufrimiento no fuera también, parte de la aventura cotidiana de vivir!
     ¿El pretexto? Conjuntar la lectura de diez escritos que merecían publicarse por medio de ofrecerse degustar de ellos, a quienes se reconocen como amigas y amigos de las palabras, y por tanto se dieron cita en “El Taller”, Centro de Iniciación Artística, semillero de nuevos creadores.
     En punto de las cinco de la tarde, desafiando la lluvia que anticipaba las lágrimas de emoción que más de uno de los que ahí estuvimos habríamos de derramar, empezaron a llegar: jóvenes varones y mujeres, que coquetean con la idea de ser mejores escritores, algunas de ellas acompañadas de sus padres, otros más, empujados sencillamente por el placer de disfrutar una tarde que prometía emociones a granel, y la buena lectura de magníficos textos.
     Ni siquiera el retraso involuntario en el arribo a la ciudad de los tamarindos por parte de nuestra invitada especial, la escritora Julieta García de León, mermó el interés de los ahí congregados, quienes aprovechaban la espera para apreciar la hermosa obra de Rosario Román, que engalanaba aquellas paredes; todo estaba listo, ¡así que la tertulia comenzó!
     Primero, Nixie Escalera presentó a las ganadoras del Primer Certamen de texto autobiográfico “Rosa Nissán”, nacientes artífices de la literatura, que con gran emoción dieron a conocer sus escritos. Pero eso no sería todo, porque entonces se dio paso a la lectura, en voces de mujeres valientes e intensas, de textos bajo el tema “Aunque te quiero, no me convienes”; una seguida de otra, Ellas recreaban las palabras plasmadas en el papel por otras mujeres, cuyas historias, de lectoras y escritoras, en el clímax de la noche, sin remedio, se entrecruzaron para no distanciarse nunca más…
     Dos mujeres, amantes de la escritura, cerraron el evento: la propia Julieta sorprendiendo a todos con un texto bello e inteligente sobre las implicaciones de cómo se nos nombra, seguida de Rosa Ilda Bello, emulando a las más apasionadas artistas de la palabra, al dar vida propia al cuento “Adivíname el porvenir”, escrito surgido de sus más profundas emociones, de la mano de una fulgurante imaginación.
     De todo ello, nuestro amigo Fernando Parra recuperaba vestigios, captando con su lente cuadros que así dejaban de ser efímeros, en aquella tertulia que después de concluida siguió viva en las rememoraciones y asombro de unas y otros, porque no todos los días se atestigua tal valentía al mostrar la vida propia a los semejantes a través de textos que al ser leídos, ya son de todas y todos…
     Con esta experiencia, en que buscó motivarse a escritoras y escritores noveles a continuar el arduo y placentero camino de la creación, se aspira a formar mejores seres humanos, precedente indispensable de los buenos maestros que egresen de nuestra querida escuela, el Centro de Actualización del Magisterio de Iguala. ¡Mil gracias a quienes este éxito pertenece! Ustedes saben quiénes son.

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