lunes, 25 de abril de 2011

Dos mil diez


27 de diciembre de 2010
En 2010, los Directivos de Redes del sur hicieron posible la materialización de una utopía, ¿su nombre? “El ladrón de libros”. Espacio, concebido para compartir con ustedes, estimados lectores y lectoras, ciertas apreciaciones por parte de un servidor, sobre obras literarias con las que la vida me ha permitido coincidir. Libros conseguidos lo mismo en cafebrerías de Polanco y Zona Rosa, que en las maravillosas “librerías de viejo” de Donceles, en mi querida Ciudad de México; pasando por tiendas departamentales, ferias y bibliotecas, de aquí y allá. Ellos me desvelan mundos nuevos, que yo, invito a ustedes a conocer, si deciden quedar atrapados en medio de sus páginas.
     Una madrugada, la idea tomó forma. Tras considerar que la fascinación que los libros ejercen en mí –apenas hojearlos, aspirar su aroma, o bien, buscar en aquellos de segunda mano, huellas de antiguas inscripciones que me hablen de su historia–, también podía ser estimulada en otras personas. Yo, que tardíamente me volví lector por inspiración de mis amigos, paradójicamente, carente de motivación para ello durante mi educación formal, una vez recorrido un primer tramo en el mágico sendero de la lectura, aposté por contribuir a crear comunidades cada vez mayores de amantes de los libros y las palabras.
     A partir del 17 de abril de este año, se han publicado casi una treintena de artículos, de Katzenbach a Saint Exupéry; desde la hechizante novela negra escandinava, hasta los ríos de tinta por los que fluye el talento de escritoras mexicanas, como Ethel Krauze y Rosa Nissán. De mi admirado mentor Saramago hasta Wolf  Erlbruch, que además de conmoverme con el encuentro crucial entre aquel pato y la muerte, también me inspiró a escribir.
     Así también, debido a esta certeza sobre la hermandad entre la lectura y la creación literaria, por medio de este espacio se ha convocado a Desafíos de escritura, con motivo de diversas conmemoraciones; escenario, en que han nacido hermosos textos, publicados en espacios hermanos de Redes del sur.
     Igualmente, fue a través de esta columna que se difundió el Primer Certamen de texto autobiográfico “Rosa Nissán”: para mujeres y hombres que se atreven a contar su historia, que derivó en su fase de premiación en una tertulia literaria, de la que todavía se rememora el sabor del vino y lo exquisito del platillo principal: aquellas palabras.
     Finalmente, ha sido un placer que el travieso duende haya compartido en este 2010 su preciado cargamento con muchos lectores y lectoras de este diario, obsequiándoles obras tan fabulosas como “El psicoanalista”, de John Katzenbach; “La ladrona de libros”, de Markus Suzak; “Hijo que te nazca”, de Rosa Nissán; “El Principito” de Antoine de Saint Exupéry, y esas otras joyas de papel, pulidas con la imaginación, que el ladrón hurtó en el país de lo posible, donde habita, a fin de que cada vez más, ustedes, se acerquen a los libros para no separarse de ellos nunca más.
     Deseo despedir este texto con tintes de festejo por la culminación de un año exitoso, con otro toque de singularidad que impregnó a esta columna desde su nacimiento. Únicamente para ustedes, el siguiente Juego de ingenio: “De ti se dice, que arrobas a quien te mira, hasta no haber sitio en su pensamiento o alma, sino para que tú habites. Puedes ser ella, él, o ello, no se sabe, lo cierto es que una vez visible, la búsqueda en pos de tu encuentro conduce a una bifurcación ineludible: santidad… o locura”. En la respuesta, está el nombre del libro sobre el que escribiré en mi siguiente entrega semanal. ¿Su autor? Uno de los escritores latinoamericanos más leídos en el mundo. Un alquimista verdadero, de las letras.
     Esta semana, todas y todos quienes se animen a enviarme su respuesta obtendrán una justa recompensa: los primeros y más ingeniosos, un buen libro. No obstante, sin excepción, a vuelta de correo electrónico recibirán “Navidad en las montañas”, de Ignacio Manuel Altamirano, en su versión digital. Les espero en: el_ladron_de_libros@live.com.mx

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