lunes, 25 de abril de 2011

La novela negra escandinava


4 de diciembre de 2010
Me confieso adicto a los libros. No se trata solamente de que me gusten mucho. En verdad es una adicción. Sobre mi mesa de lectura, tengo más de una decena de ellos haciendo cola. Guardados en un par de cajas, a salvo de mis perros, varios más. Algunos en esperas prorrogadas una y otra vez, en cuanto aparece en el horizonte de mis intereses, un título más, que desplaza a los que seguían en la fila. Me reconozco en esto injusto y arbitrario, pero, ¡qué le voy a hacer! Tarde o temprano llegará el momento de cada uno. Hasta entonces, la pila en mi mesa de lecturas urgentes –¡qué fortuna!–, continuará creciendo. Por ello, no dudé apenas vi en la librería aquel ejemplar de la que prometió ser una buena novela, a partir de la lectura de su sinopsis. Su nombre, “Castigo”; la autora, Anne Holt. Días más tarde, después del ritual acostumbrado de retirar el plástico que protegía mi apreciado ejemplar, así como hojearlo para disfrutar el olor suigéneris del papel y la tinta que emana de un libro nuevo, me dispuse a leerlo. El preámbulo me atrapó: “Alguien”, espera con ansia la llegada de “su hijo”. Para ello, prepara “un dormitorio de chico en amarillo y blanco”; el techo: azul. Los sentimientos evocados, una felicidad apenas presente en los recuerdos, y la ilusión… ¿de qué? En el primer capítulo, comienzan a despejarse las incógnitas. Emilie, una niña de nueve años, es raptada. Más tarde, llega compañía a esa habitación, con una sola cama vieja y estrecha: ¿su nombre? Kim. A él, sin embargo, un día el captor de ambos se lo lleva. El pequeño no intuye nada. “Un niño que va a morir no lo sabe”, asevera el asesino. Las desapariciones de ambos desencadenan la incertidumbre. El país entero se muestra intranquilo. La policía hace su aparición. Yngvar Stubø y Johanne Vik, comisario y psicóloga están a cargo. Ella, no se convence de aceptar fungir como profiler de la mente del criminal, hasta que Kim aparece. Muerto. Su cadáver es acompañado de un mensaje: “Ahí tienes lo que te merecías”.
     La autora, de nacionalidad noruega, es considerada al lado del sueco Henning Mankell, la escritora escandinava más relevante de la literatura policiaca actual. ¿Su fórmula? Capítulos cortos, redondos, intrigantes, incitadores del desvelo y acrecentadores de la certidumbre de que en cualquier género, hay obras simplemente bien escritas. Eso es todo.
     Él, en “Asesinos sin rostro”, nos muestra otra faceta del terrorismo en Europa, región del mundo donde para distanciarse de Norteamérica, se señalan de esta otra tierra sus peores maldades y patologías criminales, –cortesía de los escritores europeos. En la novela de Mankell se aprecian los efectos de la xenofobia, ya denunciados desde la sociología por Bauman, cuando explica la condena de los refugiados, a ser considerados parias y convertirlos en chivos expiatorios, del mal de que busca distanciarse, la sociedad contemporánea con todos sus temores. Y cree conseguirlo, como va averiguándolo a través de la trama el inspector Kurt Wallander. Porque tras encontrar la excusa perfecta al ser inculpado un extranjero por los cruentos asesinatos de una pareja de ancianos, da inicio la cacería. ¿Los objetivos? Los otros, los diferentes, los de fuera, invasores, ladrones de las buenas costumbres y la armonía de una comunidad que se presume incólume. Como si se pudiera estar ileso en esta vida, donde todos a la vez somos puros y malvados, inocentes y perversos. Aunque lo neguemos, porque siempre es mejor culpar a alguien más de nuestra propia corrupción.
     Holt y Mankell, nos conducen por los senderos de la psique enferma y la rapacidad. Nos muestran que incluso en las naciones más desarrolladas del mundo, hay peligros. Depende de estar en el momento y lugar equivocados, o ser en quien otros concentran su odio. La novela negra tiene en ellos, dos geniales representantes. Leerlos, puede ser tan inquietante como placentero. ¿Se atreve usted a colocar estas obras en su mesita de noche? Le espero en: el_ladron_de_libros@live.com.mx

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