sábado, 7 de mayo de 2011

¡Yo amo a mi mami!


Hermes Castañeda Caudana
La infancia es decisiva en nuestra vida. Como parte de ella, nuestra madre también lo es. Junto a mamá reímos, lloramos, cantamos, nos sentimos mimados, e incluso, sufrimos la primera vez que alguien hiere nuestro frágil corazón. Junto a Jaime Bayly podríamos exclamar a coro, una y mil veces: ¡Yo amo a mi mami!
     Hay una docena de autores de quienes tengo toda su obra. Uno de ellos es Bayly, el “niño terrible” de la literatura iberoamericana. Pluma peligrosa para los guardianes de “la moral” –lo que quiera que eso signifique– que dice de sí mismo: yo no sé nada / ni quiero aprender / sólo quiero estar solo / y tratar de escribir. Hombre que solamente acepta amigos cuya confusión sea a toda prueba, que no lo llamen Jaimito y nunca, ni en un bienintencionado afán de halagarlo le digan: “soy tu fans”.
     Jimmy –el protagonista de “Yo amo a mi mami”– nació en Perú, en una aristocrática familia limeña. Yo nací en Veracruz, en una familia de clase media, sin grandes carencias. Jimmy se enamoró por primera vez a los once años. Yo también. Annie, su novia, se alejó de él tras aceptarlo como su enamorado, para irse a vivir a Washington. Yo, me distancié de Alma sin confesarle jamás mi inocente y tímido enamoramiento. No obstante su madre apenas tenía tiempo para complacerlo, Jimmy la ama. Mi madre ha estado siempre conmigo, brindándome felicidad. Yo también, amo a mi mami.
     La novela de Jaime es autobiográfica. Sin embargo, la literatura es ante todo un pacto con el escritor. Lo importante no es descubrir pasajes de las vidas de los otros, sino lo que cualquier obra literaria dice a cada uno, sobre su propia condición humana. Por eso la novela de Jaime es efectiva, porque de su mano podemos pasar del llanto a la risa, si nos permitimos sumergirnos en su narrativa, tejida de los recuerdos de su personaje –agudo observador de su derredor–; lindo y tierno, sediento de amor e inteligente.
     Crecido en una casa grande con muchos jardines, Jimmy vive colmado del cariño y las atenciones de los empleados de sus padres. El chino Félix, compañero de su afición a Hawaii 5-0; mamá Eva, quien lo quiso del tamaño del mar, culpable de que el mundo le sonriera; y Manu, la cocinera, a quien su propia madre vendió por amor –y en quien se inspiró para escribir más adelante “Y de repente, un ángel”, polémica finalista del Premio Planeta en  2005–. Ellos, junto con su papi, su hermana Soledad; su papapa, el abuelo Leopoldo; el tío Peter y otros personajes, aparecen en la historia a través de los recuerdos que evoca Jimmy, apuesto príncipe de los Cóndores que se regocija con los besos volados que da y recibe, y despierta a su sexualidad, abrazado a la almohada en que personifica a Farrah Fawcett.
     En la portada, tras cerrar el libro, el pequeño que aparece fotografiado junto a su madre, hermosa y elegante, sonríe al niño que fui, con la familiaridad que solamente se tienen los amigos. En la solapa, el autor de la novela mira hacia dentro de sí mismo, con una media sonrisa y su eterno fleco recargado sobre la frente. El niño se vuelve un escritor en medio de las páginas de “Yo amo a mi mami”. El hombre, al escribir, nos revela al pequeño que junto a él, todavía habita en sus sueños felices en la casa de los Cóndores, adonde anhelaba ir a Disney y cultivaba su afición a los chocolates MilkyWay y Toblerone.
     Como Bayly, yo también, en cada capítulo regreso a mi niñez y la recojo en pedacitos. A través de ellos revivo el amor hacia Chely, mi madre, a quien ayer y hoy –como Jimmy adora a su mami–, inconmensurablemente amo. 
     Todavía hay obsequios esperándote con motivo del Día del niño. Se trata de cinco ejemplares de la colección de cuentos infantiles del Grupo Milenio, para leer, escuchar, jugar y aprender, cortesía de la Librería EDUCAL sucursal Taxco de Alarcón, Guerrero, dirigida por Ana Leticia Ocampo Cuéllar e Iván Emmanuel Mejía Peralta. Tú, joven lector o lectora menor de trece años, escribe o dibuja cómo fue o cómo te imaginas que sería tu primera experiencia en una librería y hazme llegar tu trabajo a: el_ladron_de_libros@live.com.mx, o bien, al buzón de “La Casa del Cirián” de Igualatlaco 55, colonia Insurgentes en Iguala, Gro., desde este momento y hasta el 12 de mayo. ¿Te animas? ¡Mil felicidades a todas las mamás!

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