domingo, 18 de septiembre de 2011

Las palabras dan alas [1]


Hermes Castañeda Caudana
Ana habla para Sara, las más granadas palabras:
     –Sara, ¡las palabras dan alas! Ámalas.
     –¿Amarlas, Ana? ¡Tal hazaña! ¡Las palabras jamás dan la cara!
     –¿Hazaña, Sara? Las palabras hablan tras cada faz, ¡hablan al alma! ¡Cantan a la mañana! Hazlas andar, ¡las palabras andan! Andan al alba, ¡cantan!
     –¿Cantan, Ana? ¿Las palabras tan amargas? Las palabras hartan hasta a la más santa. ¡Las palabras dan sarna!
     –¡Basta, Sara! ¡La sarna da nada más a las calladas! Las palabras dan pan, dan casa.
     –¿Casa, Ana?
     –Las palabras alzan la más alta casa, la casa amada, la casa más sacra, la casa aclamada al cantar las más caladas jaranas: ¡Casa armada para las palabras! ¡Para sanar al alma!
     –Ana, ¿al hablar cada alma sana?
     –¡Cada alma, cada cara, cada mañana, cada cantar, cada arpa! Callar da armas a la saña, a la patraña.
     – ¡Habla más, Ana, habla más! –clamaba Sara.
     –Las palabras dan paz, las palabras dan alas. Callar chala a las almas más sanas. Canta las palabras, Sara, ¡dan las ganas a cada mañana! ¡Ama las palabras!
     –Ana, amansas las ganas amargas para atajar las palabras. ¡Habla, habla...!
     –Las palabras arañan la cascada, bajan amansadas a la cañada. Las palabras bañan la casa alzada al cantar arpas, jaranas, maracas… ¡Las palabras sanan! Cada mañana claman al alba: “¡Ama, ama! ¡Amarás cada cara, cada alma!”
     Tras hablar Ana, Sara callaba.
     –Sara, ¿ya las amas? ¿A las palabras? –habla Ana tras charla tan larga (ya cansada, mas agasajada).
     –Las palabras dan alas, Ana. “¡Ámalas, ámalas!” Claman las almas jamás ya calladas. Ana, ¡tan sagaz! ¡Salvas a las atascadas! ¡Maga!
     –Maga jamás, Sara. La más rara. Para las calladas, la mala, la más chalada. Llamada Ana, la atarantada. Para las más salsas, Ana: ¡la más amada! La alada, jamás atada. Bañada cada mañana al cantar las sagradas, amadas… palabras.


[1] Cuento inspirado en “Los locos somos otro cosmos” de Óscar de la Borbolla –quien algún día será mi maestro en algún taller de creación literaria–. Tuve la suerte de leer este texto –que disfruté tanto que rondó mi cabeza hasta que terminé por escribir– en el capítulo “La historia subterránea” del Manual de creación literaria del mismo autor.



1 comentario:

  1. Qué hermoso cuento-ejercicio-divertimento-historia.
    Por supuesto se reconoce al principio la deuda con Óscar de la Borbolla, pero el gran valor de Las palabras dan alas es que está cargado de emotividad en torno a las imágenes y no sólo de ingenio fónico, lo que lo hace sumamente disfrutable y gozoso. Mil felicitaciones al autor, me tomaré el atrevimiento de citar su cuento y referir a este blog.

    Ahora un reto: un cuento con palabras que tengan tres o hasta las cinco vocales en sí mismas. Le propongo el título, haga usted el resto...

    MURCIÉLAGO AURELIO

    Saludos afectuosos
    Benjamín Briseño
    fantartida@hotmail.com

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