viernes, 27 de mayo de 2011

Ingrid Noll: Una reina de la literatura negra


Hermes Castañeda Caudana
Nunca me sentí tan pobre como en una librería. Al ver tantos ejemplares aquí y allá, quisiera que mi bolsillo no limitara los libros que quiero llevar conmigo a casa. No obstante, siempre hay una luz que se ilumina en medio de la penumbra. Así me sucedió hace un par de días, en que caminaba por el rumbo de Quevedo en la Ciudad de México, y un olor a libros nuevos me atrajo hasta el interior de la librería Gandhi Oportunidades. ¡Y vaya que había excelentes oportunidades! Ahí, conseguí a un precio fabuloso, “Falsas lenguas” de Ingrid Noll. ¿Quién es esta mujer? Me dije, apenas mirar su fotografía en la solapa. Noll nació en Shangai en 1935, y en 1949, llegó a vivir a Alemania. Ella, es considerada una reina de la literatura negra actual. La sinopsis del libro, me sedujo: una empleada del hogar aficionada al oro, sin embargo menos sospechosa que su patrona; un coleccionista de autógrafos implacable, hijos tiernos –hasta cierto punto–, madres no siempre abnegadas, y parejas de tres… incluso de cuatro. Prometía ser un buen libro de cuentos, que mi destino cósmico me permitió encontrar justo ahora, que deseo conocer más herramientas literarias para mejorar mis propias creaciones. Además, este libro que no dejé de leer hasta terminarlo, me acompañó en días aciagos en que no hallé mejor terapia, que respirar promesas de ideas peligrosas y obras colmadas de palabras vivificantes, entre los pasillos de una librería.
     Los cuentos de Noll, abordan diversos tópicos y son protagonizados por personajes, construidos a partir de una aguda observación de la autora, de los pliegues de la naturaleza humana. Asimismo, los finales son imprevisibles como finas vueltas de tuerca, que invariablemente abren el apetito para más historias. Como plato de entrada, “Falsas lenguas” empieza con el cuento que da nombre al libro. En él, una madre incauta cree haber encontrado la mejor manera de comunicarse con Holger, su hijo: a través de leer, aparentemente en secreto, su Diario. Sin embargo, tras varias confesiones –e insinuaciones– inofensivas del chico, que incluso dan lugar a estrechar los vínculos filiales, un día, ella se da cuenta que la caligrafía de Holger ha formado una fatídica frase: “Ahora mataré a Kikki”. La chica aludida no es un ser imaginario, por tanto, ¿qué peligro revela esta pavorosa confesión? ¿Cuánto de falsas tenían las lenguas que auguraban una bienintencionada complicidad entre la madre y su hijo?
     De madres menos que santas a esos amantes ruines de los que más vale cuidarse, Noll nos advierte que lo crucial de un crimen no es el móvil del asesino, sino cómo eliminar a la víctima. ¿Qué tal con un poderoso narcótico vertido en un frasquito de gotas nasales, o bien, introduciendo adrede filosas espinas en un suculento buñuelo de pescado? La imaginación no tiene límites. Alguien que sabe lo que desea, tampoco.
     ¡Qué maravilla, Ingrid, haberte conocido a través de las páginas de un libro tan fascinante y sobradamente ingenioso! Tras el final de la deliciosa lectura, en una cálida tarde refrescada con vino blanco, tu mirada clara y sonriente ya me es familiar. Tú, que postergaste tu encuentro con las letras más allá del medio siglo de vida, me has recordado que lo que más amo en el mundo, son las palabras.
     Los invito a comentar éste y mis demás artículos.
     Igualmente, continúen escribiéndome. Sus opiniones son siempre bienvenidas: el_ladron_de_libros@live.com.mx

viernes, 20 de mayo de 2011

Y ahora... ¡Fírmalo!


Hermes Castañeda Caudana
Cierta noche lluviosa, una sombra se dibujó en la puerta de mi casa. Yo estaba de viaje entre las páginas de un libro, por ello, no lo miré venir. Al levantar la mirada, he de confesarlo, me sobresalté. Sin embargo, tras mi susto vinieron los saludos. A ellos, siguió una grata sorpresa. Se trataba de Luis Alfredo, estudiante de mi taller de escritura creativa. ¿El motivo de su visita? Obsequiarme el mejor regalo. Con éste, se afirmaba mi confianza en que todos poseemos talento para escribir: ¡Él había creado un texto! Con gran entusiasmo, me mostró sus palabras concebidas en hojas de cuaderno. Una madrugada, tras tanto persistir, sedujo a la musa. Ella, sin reserva, se entregó a las manos de quien se decía un escritor sin vocación. El resultado, fue uno de los textos más memorables de aquel curso y de todos cuantos he impartido. La posibilidad de dar vida a una obra hermosa, siempre estuvo latente en Luis. Bastó poner una marca y mirar a dónde lo llevaba.
     En “El punto” de Peter H. Reynolds, ya nos lo había enseñado Vashti. Ella, tras decir con absoluta contundencia, “NO se me ocurre qué dibujar”, deja finalmente su marca sobre el papel, hundiendo el lápiz de un solo golpe. Inesperadamente, su maestra contempla aquella inaudita creación con toda tranquilidad y únicamente agrega: “Ahora, fírmalo”. “Quizá no sepa dibujar, pero sí SÉ escribir mi nombre”, piensa entonces la pequeña antes de poner “VASHTI” al calce de su opera prima. Una semana más tarde vendría la mayor de las sorpresas… ¡La maestra había enmarcado SU PUNTO en un marco dorado! ¿Qué seguiría? ¿Aquella pequeña escéptica de su propio talento había dado acaso un primer paso para convertirse en artista?
     A través de una narración precisa y clara, además de ilustraciones sencillas y sugerentes, Reynolds –poeta, narrador e ilustrador canadiense– nos muestra la desmitificación del talento. Crear cosas bellas no depende de un don, sino de la convicción de que merece la pena colocar nuestra voz en el mundo: dejar nuestra marca. Este cuento, ameno e inteligente, también nos recuerda lo crucial que es el papel de una maestra o un maestro, en que ese camino para descubrir el artista en cada uno, se transite con la confianza de que todo aquello que brota de nuestro interior es tan valioso como para adornarse con un brillante marco dorado. Ese marco, en el caso de la escritura, es la publicación de los textos. Por eso, después de revisar y discutir un par de ideas para mejorar el escrito de Alfredo, fue vestido con papel y tinta. Antes de eso, él también hundió su lápiz para firmarlo. Un joven incrédulo de su propio talento, iniciaba a ser artista.
     Este día, deseo felicitar a tres nuevos creadores: Luis Ángel Camargo Sierra, Elizabeth Romero Quezada y Kenia Araceli Ochoa Escobar, alumnos del quinto grado de la Escuela Primaria “Plan de Ayala” de la colonia Unidos por Guerrero de Iguala, Gro. Sus dibujos acerca de cómo se imaginan su primera experiencia en una biblioteca, son magníficos. Gracias a su esfuerzo, son para ustedes los ejemplares prometidos, de cuentos infantiles del Grupo Milenio, para leer, escuchar, jugar y aprender, cortesía de la Librería EDUCAL sucursal Taxco de Alarcón, Guerrero, dirigida por Iván Emmanuel Mejía Peralta y Ana Leticia Ocampo Cuéllar, estimados amigos que una vez más me acompañan en esta aventura de hurtar libros del peor desaire que puede hacérseles, que es jamás leerlos. A sus dibujos, Ángel, Elizabeth y Kenia (que comparto en ese mismo orden con nuestros lectores), únicamente falta agregarles algo: la firma inconfundible de sus autores. Escríbanme, como siempre, los espero: el_ladron_de_libros@live.com.mx




domingo, 15 de mayo de 2011

Mis fieros leones



Hermes Castañeda Caudana
Un cazador pretende pasar por experto en leones. Un día, lleva a un amigo al desierto para iniciarlo. De repente, detrás de una duna, los dos hombres descubren las huellas de un ejemplar. El especialista le dice entonces a su amigo:
     – ¡He aquí una oportunidad única! Tú seguirás las huellas de la derecha para saber a dónde va el león, y yo voy a seguir las huellas de la izquierda para saber de dónde viene.
El león –explica Jodorowsky–, puede simbolizar algo a descubrir en lo que estamos viviendo. En nuestro interior, sabemos que hay cosas que no marchan bien. “Quiero saber lo que me pasa” –acaso nos decimos. Lo que nos ocurre es el león. Un trabajo frustrante que no retribuye nuestros esfuerzos. Alguien querido a quien apoyamos desinteresadamente y no lo valoró. Una persona a quien entregamos nuestra amistad y nos traicionó con alevosía. Cierto compañero de trabajo que se subió en nosotros cual peldaño para lograr sus fines. Un amor fervoroso que sin embargo, no nos conviene. Pero… ¿Deseamos en verdad mirar de frente a nuestro león?
     En “Cabaret místico” Alejandro Jodorowsky nos arroja –literalmente– a nuestra manada de fieras, a las que sin embargo podemos enfrentar. A partir de chistes e historias iniciáticas, nos hace desnudarnos. Desprovistos de máscaras, podemos advertir nuestra esencia como seres humanos, más allá del personaje creado por nuestra familia, la sociedad y la cultura. ¿Seremos capaces de liberarnos?
     Este libro me atrajo, de entre los estantes de una de mis librerías preferidas, en Taxco de Alarcón, Gro., adonde fui con Azael durante las pasadas vacaciones, en busca de otro par de libros que de momento –por superfluas razones de insuficiencia monetaria temporal–, no pude comprarme. No supe lo que hice. Qué fortuna que así fue. A través de sucesos adversos que se sucedieron unos a otros como una cadena de pequeñas desgracias, mi querido libro fue mi sostén. En él me refugié y lo convertí en mi libro sagrado, para no desfallecer. “Hay un sentido que debo descubrir en esto que me sucede” –me dije entonces y reviví con nuevos bríos. Comprendí, que si bien me sentía como un animal acorralado, era porque quizá necesitaba elevar mi nivel de Consciencia y seguir caminando. Sé que poseo finalidades que sobrepasan lo que me es doloroso. Eso es suficiente para quitarle su poder opresivo sobre mí.
     Qué dicha que tu libro me guiñara un ojo, Jodorowsky. Te debo mi ánimo fortalecido tras la tormenta, así como no perder la alegría de las cosas felices que tras los densos nubarrones, no admitía en todo su esplendor y que al mismo tiempo me ocurrían. Lo que más importa de mi vida está en equilibrio –afirmo hoy sin atisbo alguno de duda. Lo demás, tiene un porqué.
     Una de estas gratas situaciones, estimados lectores, fue recibir el testimonio de Lizeth González Barrera de doce años, acerca de su primera experiencia en una librería. Ella, nos comparte:
     Nunca he ido a una librería pero sí he ido a una feria del libro, me encanta ir porque hay muchos libros y yo quiero uno en especial, se llama: “Los hornos de Hitler”. Y estoy ahorrando para comprármelo. Yo quisiera que mi primera vez en una librería fuera un día que no hubiera clases para estar ahí hasta que cierren el lugar y leer mucho, siento que es como una biblioteca donde hay mesas para que la gente lea. Desearía que esté por secciones: una para niños, otra de materias escolares y otra de literatura o de terror. También me imagino que es un lugar bastante grande donde hay personas que te pueden asesorar en caso de que no encuentres el libro que gustes y donde puedes comprar los libros que quieras o los que necesites. Mi autor favorito es: Howard Phillips Lovecraft.
     A ello, agrega María Fernanda García González, de nueve años, su experiencia comunicada a través de un bello dibujo:


     ¿Quién puede negar que la vida nos depara hermosas sorpresas? Ambas jóvenes son de Naucalpan, Estado de México. Muchas Felicidades a las primeras ganadoras de un ejemplar de cuentos infantiles del Grupo Milenio, para leer, escuchar, jugar y aprender, cortesía de la Librería EDUCAL sucursal Taxco de Alarcón, Guerrero, dirigida por Ana Leticia Ocampo Cuéllar e Iván Emmanuel Mejía Peralta, queridos y generosos amigos. Aún hay obsequios para más niños o niñas, que se animen a escribirme o enviarme sus dibujos. Los espero: el_ladron_de_libros@live.com.mx

lunes, 9 de mayo de 2011

Segundo Certamen de texto autobiográfico “Rosa Nissán”

Para quienes tienen el valor de mostrarse desnudos a través de la palabra


Propósito:
  • Impulsar el talento creador en noveles escritores, a través de la escritura autobiográfica.

Bases

I. De la participación
Podrán participar todas las escritoras y escritores noveles, interesados en narrar un episodio significativo de su vida por medio de un escrito autobiográfico.

II. De los trabajos participantes y su inscripción al Certamen
La modalidad única de participación es a través de un texto inédito en prosa, de tema libre (un escrito por autor), mismo que deberá cumplir las siguientes condiciones:
* Tener una extensión mínima de 600 palabras y máxima de 1000, en letra Arial de 12 puntos a espacio y medio, en hojas paginadas impresas a una sola cara.
* Los escritos participantes no deberán haberse publicado previamente, por ningún medio  impreso ni electrónico.
* Los textos se presentarán en original y tres copias, en sobre bolsa sellado, firmados con pseudónimo, sin mención o sugerencia de quién es el autor, cuyo curriculum resumido deberá incluirse en un sobre perfectamente cerrado, dentro del mismo paquete. Asimismo se incluirá un CD, exclusivamente con el archivo del texto en competencia, debidamente rotulado.
* Los trabajos se recibirán en la coordinación del Programa de Seguimiento de Egresados del Centro de Actualización del Magisterio de Iguala, Gro., o bien, por correo o paquetería, en “La Casa del Cirián” de Cerro de Igualatlaco No. 55, Col. Insurgentes de Iguala, Gro. C. P. 40030. La fecha límite para la recepción de los escritos es el 24 de junio de 2011. Se considerarán inscritos aquellos trabajos recibidos en fecha posterior, cuyo matasellos indique como límite la fecha señalada anteriormente.

III. De la evaluación de los escritos
Para la selección de los textos autobiográficos ganadores, han sido designados escritores de reconocida trayectoria, cuya identidad se revelará al dar a conocer los resultados. Los aspectos a considerar para evaluar los trabajos, serán la creatividad del autor y la calidad literaria de los escritos, así como la fuerza en el tratamiento del tema elegido, que trascienda la particularidad de la vivencia que comunica el autor. El fallo será inapelable.

IV. De la premiación
* Se otorgarán tres premios a los mejores trabajos (consistentes en un paquete de libros, películas o música), cortesía de la columna El ladrón de libros del periódico Redes del sur, así como un Reconocimiento. En caso de considerar que se amerita, el jurado también concederá dos menciones.
* Los resultados serán dados a conocer durante el mes de agosto, por este medio y a través de la columna Escribir nuestra vida del periódico Redes del sur.
* Los textos ganadores serán publicados en Redes del sur, importante medio de difusión en la Región Norte de Guerrero, e igualmente en la revista Escribir nuestra vida y a través del blog http://escribirnuestravida.blogspot.com/ 
* La premiación y lectura de los textos ganadores se realizará en una tertulia a celebrarse durante el mes de septiembre de 2011.

Informes
Éstos pueden proporcionarse vía mail, a través del correo:
O bien, al llamar al teléfono (01733) 3325231 del Centro de Actualización del Magisterio de Iguala, Gro.
En ambos  casos, con el responsable del Certamen: Hermes Castañeda Caudana.

Convocan
Centro de Actualización del Magisterio de Iguala, Gro. Director: Javier Miranda Sosa.
Escribir nuestra vida y El ladrón de libros, columnas literarias del periódico Redes del sur. Responsable: Hermes Castañeda Caudana.


La escritora Julieta García de León, madrina del Primer Certamen de texto autobíográfico "Rosa Nissán", entrega los Reconocimientos a las Ganadoras: Griselda de la Portilla Adán, Blanca Ibet Ramírez Celestino y Xóchitl Ramírez Robles, durante la tertulia celebrada el 4 de septiembre de 2010 en EL TALLER, Centro de Iniciación Artística, de Iguala, Gro.
Para leer los textos ganadores:

sábado, 7 de mayo de 2011

¡Yo amo a mi mami!


Hermes Castañeda Caudana
La infancia es decisiva en nuestra vida. Como parte de ella, nuestra madre también lo es. Junto a mamá reímos, lloramos, cantamos, nos sentimos mimados, e incluso, sufrimos la primera vez que alguien hiere nuestro frágil corazón. Junto a Jaime Bayly podríamos exclamar a coro, una y mil veces: ¡Yo amo a mi mami!
     Hay una docena de autores de quienes tengo toda su obra. Uno de ellos es Bayly, el “niño terrible” de la literatura iberoamericana. Pluma peligrosa para los guardianes de “la moral” –lo que quiera que eso signifique– que dice de sí mismo: yo no sé nada / ni quiero aprender / sólo quiero estar solo / y tratar de escribir. Hombre que solamente acepta amigos cuya confusión sea a toda prueba, que no lo llamen Jaimito y nunca, ni en un bienintencionado afán de halagarlo le digan: “soy tu fans”.
     Jimmy –el protagonista de “Yo amo a mi mami”– nació en Perú, en una aristocrática familia limeña. Yo nací en Veracruz, en una familia de clase media, sin grandes carencias. Jimmy se enamoró por primera vez a los once años. Yo también. Annie, su novia, se alejó de él tras aceptarlo como su enamorado, para irse a vivir a Washington. Yo, me distancié de Alma sin confesarle jamás mi inocente y tímido enamoramiento. No obstante su madre apenas tenía tiempo para complacerlo, Jimmy la ama. Mi madre ha estado siempre conmigo, brindándome felicidad. Yo también, amo a mi mami.
     La novela de Jaime es autobiográfica. Sin embargo, la literatura es ante todo un pacto con el escritor. Lo importante no es descubrir pasajes de las vidas de los otros, sino lo que cualquier obra literaria dice a cada uno, sobre su propia condición humana. Por eso la novela de Jaime es efectiva, porque de su mano podemos pasar del llanto a la risa, si nos permitimos sumergirnos en su narrativa, tejida de los recuerdos de su personaje –agudo observador de su derredor–; lindo y tierno, sediento de amor e inteligente.
     Crecido en una casa grande con muchos jardines, Jimmy vive colmado del cariño y las atenciones de los empleados de sus padres. El chino Félix, compañero de su afición a Hawaii 5-0; mamá Eva, quien lo quiso del tamaño del mar, culpable de que el mundo le sonriera; y Manu, la cocinera, a quien su propia madre vendió por amor –y en quien se inspiró para escribir más adelante “Y de repente, un ángel”, polémica finalista del Premio Planeta en  2005–. Ellos, junto con su papi, su hermana Soledad; su papapa, el abuelo Leopoldo; el tío Peter y otros personajes, aparecen en la historia a través de los recuerdos que evoca Jimmy, apuesto príncipe de los Cóndores que se regocija con los besos volados que da y recibe, y despierta a su sexualidad, abrazado a la almohada en que personifica a Farrah Fawcett.
     En la portada, tras cerrar el libro, el pequeño que aparece fotografiado junto a su madre, hermosa y elegante, sonríe al niño que fui, con la familiaridad que solamente se tienen los amigos. En la solapa, el autor de la novela mira hacia dentro de sí mismo, con una media sonrisa y su eterno fleco recargado sobre la frente. El niño se vuelve un escritor en medio de las páginas de “Yo amo a mi mami”. El hombre, al escribir, nos revela al pequeño que junto a él, todavía habita en sus sueños felices en la casa de los Cóndores, adonde anhelaba ir a Disney y cultivaba su afición a los chocolates MilkyWay y Toblerone.
     Como Bayly, yo también, en cada capítulo regreso a mi niñez y la recojo en pedacitos. A través de ellos revivo el amor hacia Chely, mi madre, a quien ayer y hoy –como Jimmy adora a su mami–, inconmensurablemente amo. 
     Todavía hay obsequios esperándote con motivo del Día del niño. Se trata de cinco ejemplares de la colección de cuentos infantiles del Grupo Milenio, para leer, escuchar, jugar y aprender, cortesía de la Librería EDUCAL sucursal Taxco de Alarcón, Guerrero, dirigida por Ana Leticia Ocampo Cuéllar e Iván Emmanuel Mejía Peralta. Tú, joven lector o lectora menor de trece años, escribe o dibuja cómo fue o cómo te imaginas que sería tu primera experiencia en una librería y hazme llegar tu trabajo a: el_ladron_de_libros@live.com.mx, o bien, al buzón de “La Casa del Cirián” de Igualatlaco 55, colonia Insurgentes en Iguala, Gro., desde este momento y hasta el 12 de mayo. ¿Te animas? ¡Mil felicidades a todas las mamás!